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Serio y de trato muy formal, Martín Blumenfeld habla poco y pausadamente; aparenta algo tímido y discreto, pero para los negocios es ágil, inteligente y hábil, si de fructificar oportunidades se trata. En tan solo tres años logró construir todo un imperio en el rubro tecnológico.

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Martín Blumenfeld Fish es un joven emprendedor de 25 años. Estudió la carrera de Administración de Empresas en la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción y hoy preside dos compañías: Accesorios Store y Tecnolandia. Concibió este negocio hace algunos años cuando mantenía un empleo fijo, en el cual todo iba bien. No obstante, interiormente, anhelaba contar con un ingreso extra, así que detectó una coyuntura y no la desaprovechó. “Esto comenzó como un hobby. Era la época en la que todo el mundo tenía un BlackBerry, por lo cual un socio y yo traíamos accesorios para estos celulares del exterior y pegó fuerte”, rememora.

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Ya en 2012 formalizaron las operaciones y crecieron a pasos agigantados. “Iniciamos con Accesorios Store. Al principio comerciábamos al mayoreo y ya; posteriormente habilitamos la primera tienda al público. Yo creo que obtuvimos mucho éxito debido a la variedad de productos que disponemos y la predisposición de prestar al cliente el servicio adicional de asesoramiento”, explica.

Gracias a la buena demanda, el emprendimiento se expandió a través de franquicias; a la fecha, cuenta con siete sucursales y, por supuesto, conquistó su posicionamiento en el mercado.

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Propia marca

Accesorios Store y Tecnolandia son dos empresas diferentes e independientes. La primera se enfoca en la provisión de complementos para aparatos de telefonía u ordenadores, tales como láminas, cargadores portátiles, cables, fundas, otros. Por su parte, Tecnolandia pone al alcance de los consumidores todo aquello referente a equipos, dispositivos celulares, ordenadores, laptops, cámaras GoPro, parlantes, entre otros.

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La mercadería proviene de los Estados Unidos y China, y entre idas y vueltas, Martín y su copartícipe resolvieron desarrollar una marca propia: SuperVillain, diseñada en el Paraguay y elaborada en Hong Kong. Pero antes de acariciar la notoriedad afrontaron varias dificultades.

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Barreras superadas

Empezar de cero y desde muy abajo siempre representa un gran desafío, y el caso de Martín no fue una excepción. “Yo creo que lo más duro que enfrentamos fue conseguir financiamiento. Ningún banco quería prestarnos el dinero; no éramos conocidos. Por otro lado, cuando la empresa registró una expansión, nos llegó mucho dinero de golpe y asumimos un montón de responsabilidades, como pagar salarios, comisiones, cuentas; y dominar todo eso, con tan poca experiencia y corta edad, es muy difícil”, confiesa.

Martín disfruta de ver la cosecha de sus esfuerzos, pero, además, existe otra cosa que le encanta. “Aunque esta ocupación traiga aparejada el doble de estrés, disponer de mi tiempo es lo que más me gusta; ser independiente y luchar por mis metas es muy satisfactorio,” expresa.

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Todo marcha sobre ruedas para Martín. Este año abrirá varias sucursales en los shoppings y malls más significativos del país. ¡Que sigan los triunfos para él!

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articulo de: http://www.abc.com.py/edicion-impresa/suplementos/revista-vip/el-exito-de-un-emprendedor-1383956.html